Las fresas, uno de los frutos rojos más conocidos, se caracterizan por su alto contenido en flavonoides, lo que la convierte en el mejor aliado para reforzar la memoria y prevenir el envejecimiento cognitivo. Las fresas, junto con los frutos rojos, poseen propiedades antioxidantes y antinflamatorias, según lo demuestran varios estudios científicos.
Su alto contenido en vitamina C y flavonoides la convierten en un antioxidante potente. Y por ello, se ha convertido en objeto de numerosos estudios. Uno de ellos, realizado por la Universidad de Bostón, observa que la fresa es la fruta que más antioxidantes tiene [de los alimentos estudiados], seguido de las ciruelas.
Según otro estudio realizado por la Escuela de Medicina de Harvard en Bostón y publicado en la revista científica Annals of Neurology, la fresa puede ralentizar en más de dos años los efectos del envejecimiento cognitivo. Esta fruta es rica en flavanoides y éstos son los que impiden que el estrés y la inflamación, los principales responsables del deterioro de la memoria, se desarrollen.
Este estudio se realizó en más de 120.000 mujeres de 30 a 50 años de edad, donde se analizó su estilo de vida y hábitos alimenticios durante los últimos 30 años. Además, al final del estudio, se incluyeron a 16 mil mujeres mayores de 70 años, lo que mostró que las mujeres que consumían fresas retardaban su envejecimiento de la memoria en una media de 2 años. Además, señalaron la posibilidad de que otros factores como el estilo de vida y hábitos saludables, también influían en su memoria.
Por tanto, la fresa y los frutos rojos son alimentos importantes para una dieta saludable y equilibrada, y que a la vez protege nuestro cerebro y lo previene de enfermedades cognitivas. En otras palabras, una buena alimentación sumada a unos buenos hábitos es clave para tener activa nuestra memoria.
Otros beneficios para la salud
Además de prevenir el envejecimiento de la memoria, las fresas tienen otros beneficios para la salud en general.
Los flavonoides ayudan a prevenir trastornos cardiovasculares, osteoporosis y síntomas de la menopausia. Por otro lado, las fresas regula la glucosa en la sangre, sobre todo después de ingerir una comida rica en carbohidratos. Como es conocido, los carbohidratos se descomponen en azúcares simples y se liberan en la sangre, ésto provoca un incremento de la glucosa en la sangre y un aumento en la producción de insulina. Y aquí es donde juega un gran papel la fresa, la cual disminuye la respuesta glucémica a través de la reducción de la digestión y la absorción de la sacarosa.
Y por si fuera poco, las fresas, gracias a su elevado contenido de flavonoides, sobre todo de antocianinas, previenen la rigidez de las articulaciones, los problemas de coordinación, el equilibrio y los temblores característicos del Parkinson, concluye un estudio realizado por la Universidad de Harvard y de East Anglia (en el Reino Unido).
Además de todos estos efectos beneficiosos para nuestro organismo, también ayudan a perder peso y eliminar toxinas. Con un aporte de tan sólo 43 calorías, las fresas ayudan a conseguir una figura ideal y a tener una mente sana.
Deja una respuesta