¿Qué tipos de utensilios debo usar en mi cocina?

Para muchos, con que no se les incendie la cocina es suficiente, para otros, con que se cocine ya está resuelto su problema, pero para los que como yo (sentimos que aportamos a la salud) creemos en que podemos curar con la comida y hasta levantar un muerto, nos vamos más a fondo e investigamos de qué tipo de compuesto están creados nuestros utensilios de cocina y qué reacción pueden causar en nuestros alimentos.

Les invito a que conozcamos las grandes  diferencias que existen entre unos y otros, no sólo en el ámbito económico (como muchas sabrán a la hora de tratar de elegirlos en las tiendas), sino en los efectos de salud que pueden ocasionarnos su uso a largo plazo.

Ciertos de estos utensilios poseen en su estructura aluminio, plomo, teflón (Politetrafluoroetileno – PTFE {veneno}), hierro colados con plomo, entre otros. Los cuales pueden acarrearnos daños tales como: problemas gastrointestinales, cerebrales, envejecimiento prematuro, daños al hígado, riñones, pulmones, diversos tipos de cáncer, anemia, problemas pediátricos, del sistema nervioso, mentales, cólicos, pobre metabolización de calcio, dolor de cabeza, pérdida de memoria, dolores de huesos y musculares, deficiencia crónica de calcio, cambios de los minerales en el organismo y baja absorción intestinal.

 

Existen diferentes tipos de utensilios

Muchos sin saber de sus beneficios eligen los de cerámica, ya que suelen ser los más baratos, otros que por ser los más «baratos » piensan que deben ser «bien malos» , pero ya veremos qué tal.
En los anuncios vemos como los de teflón (también promovidos como non-stick) nos lo presentan muy brillantes y perfectos, pero a la hora de cocinar estos suelen darnos la gran sorpresa.

Hay diferentes tipos, entre estos se encuentran:

• Titanium: Los más favorable, a la hora de cambiar nuestros utensilios de cocina, pero los más caros.
• Cerámica Enamel: El más económico y uno de los más favorable si salud buscamos al momento de preparar nuestros alimentos.
• Revestido de Aluminio o Cobre: Provee la mejor conduccion termal de los metales comunes, pero reacciona a las comidas acídicas lo que nos puede provocar  toxicidad.
• Hierro Revestido y Fundido: En el caso de utilizar utensilios de hierro, aluminio o cobre al menos hay que tener muy en cuenta que no entren en contacto con sustancias ácidas (vinagre, limón, frutas, tomates…), ya que la reacción química que se produce aumenta considerablemente los niveles de intoxicación por estos metales.
• Teflón (Politetrafluoroetileno – PTFE): Se habla de la emanación de productos químicos tóxicos al calentarse el teflón por encima de los 160 grados que pueden matar a un pájaro que se encuentre cerca. Un exquímico de DuPont ha asegurado que los alimentos contenidos en estos envases pueden absorber sustancias tóxicas.
• Acero al Carbón: Este no conduce mucho el calor tanto como otros materiales, tiende a poderse balancear diferentes temperatura, es por ello que podemos notar su uso en lugares donde hacen paellas. Para mejor beneficio y evitar corrosión se debe untar algun tipo de grasa antes y después de utilizarlo.
• Acero Inoxidable: Son resistente a la corrosion y no reacciona con las comidas alkalinas ni acídicas.
• Cristal: Se puede cocinar aunque debemos cuidar la temperatura, ya que podemos obtener resultados adversos.
• Barro Natural: Pueden durar una vida o más, no emiten ningun tipo de metales pesado y no reaccionan al cocinar en ellos.
• Piedra: Este difunde el calor indirectamente.

Entonces, según sus características un poco resumidas, con los que obtenemos resultados favorables para nuestras comidas y por ende nuestro organismo son:

• Titanio
• Cerámica
• Hierro fundido
• Acero Inoxidable o quirúrgico (T-304)

 

Conclusión

Sé (por vivencia propia)  que a veces nos casamos con algunos utensilios, pero cuando comprendemos que es para nuestro bien (como fue mi caso) hacemos el cambio rápidamente y luego sólo sentimos el alivio del saber que fue para nuestro bien y el de nuestros seres queridos.

También por nuestra economía, pensamos para proceder a hacer el cambio, pero les invito a que aunque sea de uno en uno vayamos cambiando los «calderitos y sartenes» y así ir logrando que nuestros alimentos no lleguen a ser afectados por químicos y demás, puesto que no logramos nada comprando comida orgánica, rica y saludable, si al cocinarlas les añadiremos químicos los cuales tratamos de evitar y en ocasiones, aún peores (como en el caso del teflón).

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