Los alimentos fermentados favorecen el crecimiento de las bacterias beneficiosas en nuestros intestinos, como bifidobacterias y lactobacilos. Estas bacterias buenas trabajan para descomponer la lactosa, azúcares y almidones en los alimentos lo que permite a nuestro cuerpo una digestión más fácil. Además, ayudan a protegernos de las bacterias malas como E. coli y C. difficile. […]